lunes, 30 de enero de 2012


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Domingo, 29 de enero de 2012

Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad

CASO SE VERÁ EL JUEVES 2 DE FEBRERO

Vacancia y revocatoria de autoridades de Paita

Marcelino Aparicio. Periodista Este jueves 2 de febrero, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) tiene previsto analizar el delicado caso del alcalde de Paita, Porfirio Meca, y su cuerpo de regidores, sobre quienes pesa un proceso de vacancia.

El ciudadano Luis Enrique Sancarranco Zapata –en uso de sus derechos democráticos– interpuso en julio pasado una queja ante el máximo ente electoral por una grave infracción que cometieron Meca y sus concejales.

El pedido de vacancia surgió porque el concejo aprobó manu militari la nulidad de oficio de dos resoluciones de alcaldía que autorizaban el pago de beneficios de productividad para dos pensionistas. En su afán por corregir el error, el cuerpo de síndicos, mediante Acuerdo de Concejo N° 117-2011, emitido el 6 de setiembre de 2011, se retractó y declaró la nulidad del anterior acuerdo, pero el daño ya estaba hecho y Sancarranco presentó ipso facto la documentación respectiva ante las autoridades electorales.

Nadie puede decir que Meca sea un hombre nuevo en el manejo de la cosa pública. En la década de 1980, fue alcalde de la provincia con camiseta aprista. Su tránsito por la comuna porteña concluyó sin pena ni gloria, al punto que años después abandonó las filas del APRA para tentar sin éxito el sillón edilicio. Finalmente, en las pasadas elecciones municipales y regionales ganó la alcaldía con un magro 23 por ciento de las preferencias electorales.

No es la primera vez que Meca se ve envuelto en controversiales episodios. En 1998, años después de dejar la alcaldía tras su primer gobierno edilicio, protagonizó un sangriento suceso que le costó la vida al contador público Manuel Macalupú Barrientos.

La prensa regional piurana resumió así el luctuoso acontecimiento: “El exalcalde Porfirio Meca regresaba de una actividad patronal a bordo de una camioneta cuando atropelló al infortunado transeúnte, quien quedó tendido sobre el polvoriento camino, mientras la exautoridad –amparada en las sombras de la noche– se dio a la fuga transgrediendo frontalmente la escala de valores de

cualquier cristiano. Para su mala suerte, vecinos de la empobrecida zona fueron testigos del reprobable evento y dieron parte a las autoridades.

Ante las evidencias, Meca no tuvo otro camino que entregarse a las autoridades y enfrentó un proceso judicial del que salió bien librado porque nunca purgó prisión y el pago de la reparación civil se hizo con cuentagotas”.

La gestión Meca se caracteriza por la orfandad de resultados, para desgracia de la provincia porteña, una de las más ricas del norte peruano. Del plan de gobierno que prometió no se cumple ni el 5 por ciento. Alegan carencia de recursos, pero esa comuna tiene 60 millones de nuevos soles de presupuesto al año, mientras 80 por ciento de la población, sobre todo de la parte alta, no tiene agua potable ni alcantarillado; cada mes las bandas de asaltantes perpetran 200 delitos, incluidos asesinatos, secuestros y violaciones sexuales. En noviembre pasado, delincuentes asesinaron a balazos a la secretaria Iris Rentería Ortiz, cuando se dirigía a un banco. La repulsa popular no se hizo esperar cuando la Policía capturó a uno de los facinerosos y estableció que labora en la municipalidad y es cercano colaborador de Meca. Quizá por ello, 80 por ciento de paiteños desaprueba la administración de Meca, según encuesta de la Universidad Nacional de Piura.

En este sombrío panorama, Meca no solo enfrenta la vacancia sino que hay un proceso de revocatoria en marcha, manejado tras bambalinas por un octogenario exalcalde de Acción Popular. Habrá que esperar la hora de la verdad para Paita.

Fecha:29/01/2012

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